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Vol. 9. Issue 5.
Pages 457-458 (September 1972)
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El cromoglicato disódico en el tratamiento del asma bronquial
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P.. Lobatóna
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El cromoglicato disódico en el

tratamiento del asma bronquial

Doctor P. lobatón

Dentro de los medios terapéuticos que

tenemos en el asma bronquial, la aparición

de un nuevo medicamento: el "cromoglicato

disódico", un inhibidor de la anafi laxis,

ha supuesto un decisivo avance en la lucha

contra esta enfermedad.

En efecto , esta nueva sustancia tiene

para mí dos propiedades que la hace distingu

irse completamente de todo lo que

teníamos hasta hoy; una, su actuación es

inhibiendo la liberación de los mediadores

de la reacción anafiláctica desencadenadas

por la unión antígeno-anticuerpo. y, otra.

su carencia casi absoluta de efectos secundarios.

No se trata. por tanto, de un nuevo broncolítico,

mucolítico, antihistamínico, corticoide,

ni derivado teofilínico.

I lusionados con estas propiedades, nosotros

hemos rea lizado un trabajo a doble

r:iego por e l cromoglicato disódico y un

placebo inerte con 50 enfermos afectos de

asma bronquial alergénico-primario, que

inhalaron indistintamente una u otra sustancia.

primero durante un período de un

mes cada una. (En prensa.)

Para valorar los resultados se tomaron

en cuenta los datos subjetivos facilitados

por los enfermos, que iban anotando la inten

·sidad de sus síntomas según la graduación

dada, y otra parte objetiva, que consistió

en un estudie de la función respiratoria

que se realizaba antes de la prueba y cada

dos semanas durante los dos meses que

duraban ambos tratamientos.

Al estudiar individualmente las fichas que

rellenaron los pacientes, pudimos comprobar

que 41 mejoraron subjetivamente. 87,2

por 1 00,_ mientras estuvieron inhalando la

sustancia activa. Cindo de estos enfermos

también experimentaron alguna mejoría

cuando se trataron con el placebo.

En cuanto a los efectos secundarios que

pudieran observarse, nosotros no hemos

encontrado, ni se han publicado previamente

otros, más que un ligero picor o carraspeo

en la garganta y algo de tos tras la

inhalación de las primeras cápsulas (como

era de esperar al in spirar cualquier polvo).

pero en ninguno de nuestros pacie ntes

supuso una dificultad para continuar el tratamiento.

Nosotros administramos el medicamento

en cápsulas que contenían 20 miligramos

de cromoglicato disódico y 20 miligramos

de lactosa, y el placebo en cápsulas idénticas

que contenían lactosa 35 miligramos y

sulfato sódico anhidro, cinco miligramos.

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(Este último r>llra imoartir un ligero sabor

amargo, similar al del principio acttvo.)

Tanto unas cápsulas como otras fueron .

administradas con un aparato especial registrado

en Inglaterra con el nombre de

"Spinhaler", el cual, tras perforar las cápsulas,

impulsa el polvo contenido en el las

hasta el árbol traqueobronquial por medio

rle unas pequeñas hélices que son activadas

por el propio esruerzo mspiratorio del

paciente.

La dosis que nosotros utilizamos en este

trabajo fue de cuatro cápsulas al día con

intervalos regulares. ya que un régimen de

seis horas entre la inhalación de cada cápsula

proporciona un buen nivel de protección.

Sin embargo, cuando hemos seguido

la evolución de estos enfermos a largo plazo

pudimos comprobar que la dosis había

que ir ajustándola en cada enfermo debido

a sus necesidades, pudiendo ir rebajándose

paulatinamente hasta una cápsula al día

para estar libre de síntomas. No obstante,

la dosis inicial debe ser siempre de cuatro

cápsulas al día, y en algunos casos incluso

se hace necesario utilizar hasta seis cápsulas

al comienzo.

Otro de los hechos más positivos que

hemos podido observar, aunque ya sobre

esto ha habido muchas publicaciones previas,

es la reducción significativa que estos

enfermos hacen del consumo de esteroides,

que en casi todos los enfermos puede

reducirse y en muchos suprimirse su administración,

por un lado y, por otro, la disminución

en el número de veces en que estos

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enfermos tienen que recurrir a sus inhaladores

broncolíticos habituales.

Cuanto más evidente sea el componente

alérgico de la enfermedad (datos positivos

en la historia familiar y personal, eosinofilia

en sangre y esputo, buena respuesta previa

a corticoides. y cambios signifi cativos en el

V. E. M. S. tras la administración de un

broncolítico), tanto .mejores serán los resultados

que se obtienen con la administración

del cromoglicato disódico.

La edad es o tro factor importante antes

de dedicarse a administrar este medicamento.

Debido a que la propia fuerza inspiratoria

del enfermo es necesaria para inhalar

el producto, niños menores. de cinco

años obtienen poco beneficio de ello en

nuestra experiencia. Sin embargo, Sánchez

Villares ha publicado previamente muy

buenos resultados en pequeños de tres y

cuatro años.

Los resultados son también pobres por

encima de los cincuenta años, aunque no

se pueda tener una norma fija, ya que. más

que la edad es el t iempo de la evolución

de la enfermedad lo que cuent a. De todas

formas los pacientes que tengan ya algún

grado de enfisema broncopulmonar obtienen

muy escaso beneficio de esta medicación.

Es evidente que nos encontramos ante

una nueva 2rma, que manejada correctamente

va a cambiar f avorablemente el

pronóstico y la vida de nuestros enfermos

asmáticos. Esperamos que pronto pueda

ser posible su empleo en nuestro país.

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